Hoy fui a la Feria. Como casi todos los fines de semana. La feria es el ritual sagrado del cuál depende toda nuestra dieta alimenticia. Más aún, de la feria depende nuestra buena salud. El pelo brillante, la piela tersa y suave, los músculos ágiles, la retina transparente, la nariz despierta, las papilas entusiastas, las manos aladas y el corazón fuerte. Cuando voy a la feria, todos parecen más alegres, y no son solo las tallas de los feriantes, el soliloquio lúdico de los vendedores de frutas, no, no es solo eso. En la feria la gente sonríe, se encuentra, choca y pide disculpas. A veces creo que es el efecto de la exacerbación de los colores y aromas que a ratos te hace pisar las nubes, el extasis de la sensualidad fuera del cuerpo humano, lo mundano en su punto más sublime, la deliciosa frivolidad de la formas.
Pero la feria llevaba un tiempo lejos de si misma, las heladas, la inflación y el invierno inhibían toda expresión de alegría. Qué alegría puede haber cuando el bolsillo no te alcanza para comprar ni lo más básico y remite al supermercado una y otra vez. Fideos y sopas en sobre para los necios, llenando la sangre de tóxinas. Hasta que llegó la primavera y empezaron a bajar los precios. Alivio y entusiasmo en el primer fin de semana de Octubre.
La nutrición y la buena mesa, ocupan gran parte de mi vida cotidiana. Es una obsesión, debo reconocerlo. Una obsesión que llega a tal extremo, que despierto y me duermo pensando en comida. Cuando quiero expresar mis sensaciones de placer, siempre las comparo con comida, y cuando quiero compartir con alguien, siempre desempolvo mis recetas. Por eso no puedo dejar de ir a la feria.
En la casa somos cuatro personas, y gastamos 100 mil pesos mensuales en alimentación. 36 mil pesos se gastan de una sola vez en el supermercado, abasteciéndonos de alimentos no perecibles, y 16 mil semanales para comprar alimentos frescos y crudos. Practicamente el 50% de nuestra dieta son frutas y verduras crudas. Solo frutas al desayuno, yogur a media mañana, ensaladas de todos los colores de entrada, plato de fondo que incluya proteinas, carbohidratos y vitaminas, y aguita de hierbas, mote con huesillo a media tarde, pan con mantequilla, palta, queso o huevos de once, y ensalada o sopa casera de verduras pa terminar el día. Todo gracias a que existe la Feria. Y una vez cada tres meses vamos a La Vega donde compramos aceite de oliva y muchas legumbres.
Toda mi vida gira en torno a la comida. Mi vida es la comida.
Pero la feria llevaba un tiempo lejos de si misma, las heladas, la inflación y el invierno inhibían toda expresión de alegría. Qué alegría puede haber cuando el bolsillo no te alcanza para comprar ni lo más básico y remite al supermercado una y otra vez. Fideos y sopas en sobre para los necios, llenando la sangre de tóxinas. Hasta que llegó la primavera y empezaron a bajar los precios. Alivio y entusiasmo en el primer fin de semana de Octubre.
La nutrición y la buena mesa, ocupan gran parte de mi vida cotidiana. Es una obsesión, debo reconocerlo. Una obsesión que llega a tal extremo, que despierto y me duermo pensando en comida. Cuando quiero expresar mis sensaciones de placer, siempre las comparo con comida, y cuando quiero compartir con alguien, siempre desempolvo mis recetas. Por eso no puedo dejar de ir a la feria.
En la casa somos cuatro personas, y gastamos 100 mil pesos mensuales en alimentación. 36 mil pesos se gastan de una sola vez en el supermercado, abasteciéndonos de alimentos no perecibles, y 16 mil semanales para comprar alimentos frescos y crudos. Practicamente el 50% de nuestra dieta son frutas y verduras crudas. Solo frutas al desayuno, yogur a media mañana, ensaladas de todos los colores de entrada, plato de fondo que incluya proteinas, carbohidratos y vitaminas, y aguita de hierbas, mote con huesillo a media tarde, pan con mantequilla, palta, queso o huevos de once, y ensalada o sopa casera de verduras pa terminar el día. Todo gracias a que existe la Feria. Y una vez cada tres meses vamos a La Vega donde compramos aceite de oliva y muchas legumbres.
Toda mi vida gira en torno a la comida. Mi vida es la comida.
9 comentarios:
Con razón ando con tanta hambre po!!
Yo he hecho un estudio minucioso del porqué me gusta ir a la feria más que al mall. Siempre me molestaban mis amigos pq yo insistía en que las mujeres eran más lindas en la feria que en los malls.
Llegué a la conclusión que es pq no hay vitrinas con vidrios, por ende no hay espejos en los que uno va arreglandose el peinado o cualquier cosa cada 4 pasos.
En la feria cada uno se preocupa de comprar lo que necesita y no de que lo vean comprando. Eso opino.
Mueran los vegetales!
traición....recuerdo ahber conversado hace meses con francisca la posibilidad de hacer un blog con puras recetas chilenas, de esas de antaño, onda patevacuno opatechanco con cebolla y papas cocidas....o prietas con nueces y purá. O un más sofisticado ceviche de reineta del gueno, con paltas, pimientos y la picardía del merkén....en fin. PArtió mi socia sin su socia. Al emnos, despues de escrbir de tanat comida, debieras invitarme a almorzar un domingo de estos. Yo tambien pienso todo el día en comida.... ¿Hacemos un borgoñita y yo llevo el postre?
Es que asi la socia se pica, y escribe algo de mutuo propio antes de que se acabe el año.
Amor, tu prosa resplandese cuando algo te inspira de verdad y te conviertes en una excelente cronista. Deberías publicar solo reportajes sobre cosas mínimas de la vida, que son las más importantes, esos derroteros que tu sabes recorer y palpar con todo el cuerpo, como si flotaras entre el agua y la tierra, queriendo beber, queriendo tocar.
la opinión de Jaime no vale, muy de cerca.
Toda la razón... es la forma más sana de alimentarse. De hecho, un 70% de la alimentación debería estar basada en frutas, vegetales y cereales.
Pero eso no tengo que explicárselo a ud :)
Ahora bien, esas fotos de vegetales bien dan pie para otro tipo de formaciones... jajaja
Pancha, me quedó dando vuelta esto de las "creaciones con vegetales", y por cosas de la vida me encontré con una creación de Giuseppe Arcimboldo (así se llamaba!), en un afiche del Metro.
Este artista jugaba en pleno Renacimiento con paltas, tomates y cebollines para configurar rostros humanos - algunos bellos, otros monstruosos.
Algunos califican su arte de "pre-surrealista".
Por si las moscas, aquí va una referencia de wikipedia sobre él:
http://es.wikipedia.org/wiki/Giuseppe_Arcimboldo
Se ven muy ricas las verduras.
Me gustan todas menos la coliflor, demasiado insípida.
Y la feria es lo mejol!!!
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